Una buena mamá quiere que sus hijos sean felices, pero no es un camino nada fácil ni lleno de comodidad.
Primero, para poder trabajar en la felicidad de los niños, lo más importante sin duda es trabajar la felicidad de uno mismo.
¿Eres feliz como mujer y en tu vida personal?
Cuando se está bien internamente es cuando se podrá transmitir ese bienestar a los hijos, antes de eso, solo serán intentos fallidos.
Hay algunos rasgos comunes que definen a una buena mamá, a continuación te compartimos algunas de estas características;
- Ser un buen apoyo: Ayudar a los hijos a seguir sus sueños y proporcionarle el estímulo suficiente y las herramientas necesarias. Enséñales a pensar, a resolver problemas de acuerdo a su edad, no le resuelvas la vida, no le hagas las tareas o responsabilidades que le corresponden, no hagas hijos inútiles.
- La paciencia: Hay momentos en que ser madre es todo un reto, por eso es importante trabajar y mantener la paciencia, tener calma para no explotar y empezar a gritonear sin sentido, permitiendo que las emociones sean quienes gobierna y dirigen tu vida.
- Conocer los intereses de los hijos: Saber lo que les interesa a tus hijos te ayudará a entenderlos mejor. No tengas miedo de hacerles preguntas, siempre y cuando no estés siendo agresivo/a. En ocasiones, es mejor dejar a los hijos que acudan a ti cuando tienen algún problema en lugar de obligarlos a decirte por qué se sienten molestos. Es importante ser una buena guía para que aprendan a poner palabras a sus sentimientos.
- Reglas y límites: Si no estableces límites y reglas cuando tus hijos son pequeños, estarás limitando su habilidad para determinar qué hacer cuando no estés a su lado. Siempre deberás saber dónde están tus hijos, quienes son sus compañías y qué está haciendo. Así sabrás si las reglas que impones en casa están siendo aplicadas fuera de ella (sobre todo en la adolescencia). No se trata de investigar a tus hijos constantemente ni tampoco de interrogarles, simplemente de que sean capaces de establecer las reglas para sí mismos.
- Ser consistente: Si solo haces que tus hijos cumplan las reglas de vez en cuando o estás cambiando constantemente lo establecido, puede resultar confuso para tus hijos y también puedes crearles inseguridad. Si tus hijos se comporta mal, es probable que tengas tú la culpa y no tus hijos. Es necesario crear consistencia en las rutinas y en establecer normas que no son negociables y que tus hijos pueda entender.
- Una buena mamá de valores y principios: tiene una gran cantidad de recursos disponibles para entrenar, disciplinar y amar a sus hijos. Si tú no vives y practicas lo que enseñas será imposible lograr el triunfo.
Somos Paulino y Ana Ruisanchez directores de Universidad de Vida, te mandamos un saludo afectuoso y te invitamos a lo siguiente:
- Reflexionar sobre el tema
- Identificar los puntos en los que has cometido errores
- Aplicar las recomendaciones
- Contáctanos para obtener más información o resolver tus dudas
Estamos para servirte, recuerda que siempre puedes profundizar más, pues la preparación continua y el esfuerzo son parte de las características de HOMBRES Y MUJER TRIUNFADORES. No estás sol@ en este camino de formación hacía el triunfo, tenemos a tu disposición las herramientas necesarias para que logres transformarte, renovarte y obtengas excelentes resultados.