Enojo, dolor, coraje, frustración, tristeza… Para la mayoría de los hijos la separación de los padres suele ser traumática. Algo se rompe, cambia, se desvanece y, generalmente, no es una situación fácil de digerir. Aprende a reestructurar tu vida y la unidad familiar, acepta los cambios y no busques culpables.
- Comunicación: Tus padres deben saber qué piensas al respecto de su decisión porque te afecta. Habla con claridad y transmíteles tus sentimientos. Deben ser conscientes de cómo lo están haciendo si quieren evitar que el proceso de adaptación sea lo menos doloroso posible.
- ¿Por qué mis padres? Los motivos pueden ser múltiples pero debes evitar pensar que tú eres el culpable o el responsable de su ruptura. La separación se produce ante un cúmulo de situaciones insostenibles entre la pareja, es un problema de tus padres y no tuyo.
- Tus estados de ánimo cambian drásticamente. No te asustes, es natural, en el fondo, la decepción se ha apoderado de ti y las distintas emociones son intensas. Quieres a tus padres pero te han hecho daño, te sientes enfadado, triste, agobiado o incluso aliviado si las peleas o el mal ambiente eran algo ya común en casa, háblalo, comunícaselos a cada uno por separado, no te guardes nada.
- Habla y comunica tus sentimientos: Guardar lo que estas sintiendo te llevara a mayor enojo, frustración y finalmente explotaras guardándoles rencor a tus padres incluso por años. La madurez no depende de tu edad, es momento de perdonarlos aunque no los entiendas o comprendas en este momento. Habla con ello por separado de cómo te sientes, de tu enojo, decepción y escucha sus consejos, ellos siempre serán tus padres y tus autoridades y saben cuál es lo mejor para ti, no los juzgues ámalos y hónralos.
- Comprensión: A lo largo de tu vida habrán eventos, celebraciones y momentos en los que necesitarás tanto de tu padre como de tu madre. Es importante que se establezca una buena relación entre todos, tanto como se pueda.
- No olvides vivir tu vida: No debes dejar que todo gire alrededor del divorcio de tus padres. Al fin y al cabo, todos deben superarlo y seguir adelante. Es imprescindible que pidas ayuda si la necesitas y que descubras qué es importante para ti. Invierte tú tiempo en todo aquello que te haga feliz y al fin la calma llegará.
- Saca la perla de esta situación: Piensa en que quizás tus padres pueden ser más felices viviendo por separado. No les prives de rehacer sus vidas y apóyales en la medida de lo posible. Deberás aprender a vivir con otra unión familiar, pero piensa que superar la separación de tus padres te hará ganar fortaleza, responsabilidad y madurez. Por último, date tiempo, no tengas prisa. La superación de un trauma o de una decepción requiere su tiempo.

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